La primera entrada de mi diario (aunque quizá debería decir de la “edad moderna” de mi diario), es de hace algo más de ocho años: sábado 7 de marzo de 2015. Y va simplemente de un día tonto de playa en invierno. Una mañana, en realidad, de sol brillante, chaquetas vaqueras y zapatos llenos de arena. 340 entradas después, sigo escribiendo.
Releerse
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La primera entrada de mi diario (aunque quizá debería decir de la “edad moderna” de mi diario), es de hace algo más de ocho años: sábado 7 de marzo de 2015. Y va simplemente de un día tonto de playa en invierno. Una mañana, en realidad, de sol brillante, chaquetas vaqueras y zapatos llenos de arena. 340 entradas después, sigo escribiendo.